jueves, 25 de febrero de 2010

Con las Distancias Aprendes A querer

siempre lo tuve todo para ser feliz y nunca lo vi, ahora que estoy sola entre cuatro paredes y siento el tic tac del reloj anunciando otro segundo de soledad, extraño a mi mundo girando en mi corazón, espero que este invierno no sea el más largo que viviré, espero que este otoño nos sea el más nostálgico que presencie, espero tantas cosas, espero vivir, espero reír y espero verte pronto, espero encontrar los sentidos que enfocan lo real e inevitable, espero encontrar entre esta extraña ciudad de cemento flores con aroma conocido.
no saqué la cuenta de cuanto derramé el lunes, si me acuerdo que cuando viene a darme cuenta de lo real estaba pasando temuco, luego todo fue un sueño debido a las lágrimas, es extraña esa sensación de relajación cuando lloras, es de esas rarezas que el organismo nos muestra, después de llorar con desesperación , miedo o rabia. paras sientes sueño y una leve sensacion de tranquilidad, puede ser que quizás es una señal del destino que nos explica que todo estará bien, que ahora hay tormenta pero que tenga fe porque luego llegará la calma.

todavía no asumo mi condición, solo miro por mi enorme ventana con un cigarro en mi mano y observo la enorme cantidad de edificios que tengo a mi alrededor, con muy pocos árboles de ver bailar con el poco viento cálido que brota desde algún lugar. siento el ruido de los autos, de las personas, que por alguna extraña razón corren, caminan rápido, con cara de gente ocupada, me siento ajena, es por eso que no asimilo, pero prefiero mantenerme distante y diferente del prototipo de ser humano moldeado estructurado que cumple con estilo de vida, le ruego a Dios no cambiar mi corazón, no cambiar mi libertad, no transformar mi esencia, no perder mi alma

Mientras me Acostumbro a lo desconocido, aprovecho el sol que fue lo único que no tuve, sólo sé que si viera lluvia caer, mis ojos le harían compañía.

me duermo es muy tarde para estar despierta.

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